La criatura

LukyLuke ya llevaba algunos meses en el Nuevo Mundo.
Últimamente pero empezaba a notar que una enorme criatura le estaba mirando de cerca.

Si se concentraba podía hasta escuchar su respiro, un leve roncar que el aire producía al pasar por la inmensa garganta del animal.

Debía de andar con la boca entreabierta: a veces el viento llevaba hasta a LuckyLuke un fuerte olor de cueva. El imaginaba que venia desde el interior del bicho .

LuckyLuke no sabia decir desde cuando había tenido esa sensación que la criatura le controlaba, le estudiaba, miraba como se estaba portando.

Se sentía examinado de cerca y cada gesto que hacia iba tomando un rígidez como si cuidara mucho no equivocarse.

Durante las noches de lluvia el Bicho soplaba hacia LukyLuke aire caliente, para que no se asustara demasiado, para que no se desanimara y sintiera que tenia algun amigo en aquel rincon del planeta.

En los días de sol aveces la criatura le hacia sombra con sus enormes patas , otras veces las movía en circulo como ventilador y producía molinillos que levantaban las hojas secas
y le acariciaban la cara a LukyLuke.


Día tras día LuckyLuke tenia mas ganas de ponerle cara y nombre a esa criatura misteriosa.

Fue el día que vio las hojas en el rio moverse ordenadas hacia la Mar que decidio' ponerle Naturaleza

Sin Madre, que LukyLuke ya tenia otra Madre, pero si Naturaleza, amiga, peligrosa y desconocida,
pero tan presente y enorme que frente a ella LukyLuke se veia hormiga.